Friday 3 January 2014

Capitulo 59

NARRACIÓN EVANGELINE
            Había pasado ya algún tiempo, y aún estábamos en París, era el cumpleaños de John y al parecer no tenía intenciones de irse; Mimi le mandaba numerosos telegramas, los cuales el ignoraba.
            Se había llegado el día del cumpleaños de John, y con solo este pensamiento me desperté aquel día. Lo primero que hice fue buscar su mano entre las sabanas, solo para descubrir que ni siquiera estaba ahí.
            Me levanté de la cama y hallé que estaban vacías, incluyendo la de Siegfried. Me parecía raro lo de John, el jamás se levantaba temprano.
            Escuché la risa de Paul, que seguramente provenía desde la cocina, o lo que llamaban la cocina. Me vestí y salí, para encontrar que por la primera vez estaban usando la cocina.
-Sabía que te tendrían cocinando- le dije a Siegfried.
            Este sonrió y encogió los hombros, como si fuera completamente normal.
-En realidad, estaba esperando que me ayudaras.
-Temo que estás tú solo amigo, no sé cocinar.
-Entonces, ¿el cumpleañero no recibe regalos hoy?- susurró John en mi oído al acercarse a mí.
-Claro, solo dime donde lo encuentro.
-Yo podría llevarte si quieres…- enredó sus brazos alrededor de mi abdomen y se pegó más a mí.
-¿Podrías? ¿Por favor?
-Solo debo advertirte, espero alguna forma de pago después.
-Y te aseguro que la tendrás.
            Su sonrisa se ensanchó mientras yo fingía desinterés y llevaba mi plato a la mesa, con John aún alrededor de mi cintura.
-Dejando fuera las bromas, ¿tienes planes para hoy?- le pregunté.
-¿A qué te refieres?- tomó mi plato y lo cambió por el suyo, el cual estaba vacío.
-Bueno- me paré por otro plato- Quizás querrías salir con tus amigos o algo.
-Todos mis amigos están de vuelta en casa amor.
-Me refiero a que te gustaría salir con Paul y Jurgen, o con Paul, o hasta con Siegfried.
            Hizo un gesto de enfado al escuchar el nombre de Sieg, y el único que lo vio fue Paul, lo cual causó que sonriera.
-O bueno, con quien tú quieras.
            Volví a sentarme, dejé que John lo pensara un poco, porque sabía que el jamás planearía algo para su cumpleaños y no sería capaz de pedirle a Paul que hicieran algo especial.
            Vi que Siegfried se puso su abrigo y zapatos en la puerta.
-¿A dónde vas? ¿Desayunaste ya?- le pregunté.
-Sí, solo debo ir a trabajar Evangeline, lo he estado posponiendo desde que llegaste.
-Pero quiero ver donde trabajas.
-Quizás luego, hoy es un gran día, ¿no?
            No supe si lo decía con seriedad o era sarcasmo. Abotonó su abrigo y salió.
-Bueno, ya sé lo que quiero hacer hoy- me dijo John, frenando mis pensamientos acerca del comportamiento peculiar de mi mejor amigo.
-Bien.
-Supongo que eso quiere decir que quieres saber.
-Sí John.
-Estaba pensando que… no sé, puedes enseñarme la cuidad, si tú quieres.
            Bajé la cabeza y sonreí. Iba a tener que conformarme con eso, era su forma de decir que quería estar conmigo y me llenaba de emoción, a pesar de que no lo había dicho directamente era a lo que se refería.
-¿Te parece bien?- me preguntó casi nervioso, como si fuera a rechazar su idea.
-Sí, solo estaba pensando, ¿qué hay con Paul?
-¿Qué hay conmigo?- preguntó Paul, casi en tono de indignación.
-Te quedarás aquí solo, bueno con Jurgen pero…
-Podemos encontrarnos con ellos más tarde- sugirió John.
-Me parece excelente. ¿A qué hora nos vamos?
-En cuanto te cambies.
            Sin terminar mi desayuno me paré de la silla y rápidamente fui a la habitación a buscar mi ropa. Parecía como si fuera a llover así que también me llevé un abrigo.
-Entonces, ¿hay algo que quieras ver?- le pregunté en cuanto salió del edificio.
-Sí- tomó mi mano.-A ti.
-No seas tonto- dije con una risa.
-¿No? Bien, vamos a donde tú quieras.
            Las primeras 2 horas me dedique a mostrarle los sitios turísticos más comunes pero después de un rato, me decidí a mostrarle los lugares que me gustaban a mí; como por ejemplo el museo de lo erótico, el cual le pareció muy entretenido, los cementerios también me encantaban y temí que a él le pareciera mórbido pero estaba encantado.
-Si quieres te puedo llevar a la casa de Monet- le dije.-Solo tomamos un autobús de 45 minutos y llegamos.
-Solo eso ¿eh?
-Lo siento John, puedes decirme si te estoy aburriendo.
-¿Qué? No Ev, en absoluto, quiero ir pero me hiciste prometerle a Paul que nos encontraríamos con él y Jurgen.
-Joder, es cierto.- le dije, queriendo golpearme por haberlo hecho comprometerse a tal cosa.
-Vamos a quedarnos dentro de la ciudad y mañana podemos ir. ¿Sabes a quien le encantaría ir ahí? A Stu, maldito idiota.- dijo con una risa.
-¿Sabe que estás aquí?- le pregunté mientras buscaba cigarros en mi abrigo.
-Le envié una carta pero dijo que estaba ocupado y que nos vería luego.
-Qué pena, quería ver a Astrid.- le dije.- ¿Qué más quieres ver?- le pregunté.-¿O quieres ir a Champs-Élysées a esperar a los chicos?
-Quiero…- tomó mis cigarrillos de mi mano.-Enséñame tu lugar preferido en todo París.
-No John, tu elige ya un lugar, seguramente te he aburrido con todo esto, parezco la maldita guía contándote sobre estos lugares viejos.
-Solo tu lugar favorito y después podemos ir a sentarnos.
            Mi lugar favorito… solo un lugar se me venía a la mente, pero aún era muy doloroso para mi ir ahí, los mejores momentos de mi vida los había pasado ahí, y con la persona que más había querido: mi abuelo.
-No lo sé, ya te mostré todo lo que me gusta.
            Entrecerró los ojos con una media sonrisa y encendió uno de mis cigarros.
-No me reiré.- me dijo.
-No es que te rías, es que yo no quiero ir.
            Se paró detrás de mí, de nuevo poniendo sus brazos alrededor de mi cintura y su mentón en mi hombro; era una nueva pose que había adoptado recientemente y me encantaba.
-Camina- me ordenó.- Yo te sigo.
            Exhalé fuerte e hice lo que me pidió, finalmente se cansó de caminar así y solo tomó mi mano.
-¿Quieres decirme dónde estamos?- me preguntó John.
            Llevábamos mucho tiempo sentados en una banca en aquel parque, yo no había dicho ni una sola palabra y él no había intentado hacerme hablar y esperaba que no lo hiciera.
-Es el Parc de Buttes- Chaumont.
-Es bonito- cruzó los brazos.- ¿Venías seguido?
Aclaré la garganta- Hubo un tiempo en el que venía diario.
-¿Desde tu casa? ¿Allá en esa granja?
-No, fue cuando mi madre estaba en el hospital aquí en la ciudad, me traían aquí a diario.
            Cualquier otra persona me habría preguntado porque mi madre había estado en el hospital, pero John no iba a hacerlo, y no lo hizo. En cambio, encendió otro cigarrillo y estiró las piernas.
-¿Por qué nos sentamos aquí?- me preguntó.
            Estábamos lejos de la demás gente, la cual, a pesar del día terrible, quería disfrutar de una tarde agradable en este parque poco conocido de París.
-Por eso- señalé directamente en frente de nosotros.- Lo puedes ver claramente desde aquí.
            John sacó sus gafas de su bolsillo y se las puso.
-¿Un puente?- me preguntó.
-Es el puente de los suicidas.
-¿Te gusta? Estamos bastante tristes hoy, ¿no?- me preguntó, con una sonrisa, pero su tono de voz era nervioso.
-No es por eso John. Seguramente piensas que quiero lanzarme de ahí…
-Debo admitir que lo estaba pensando- dijo riendo.- ¿No es así?- sacudí la cabeza.- ¿Puedes decirme porque te gusta?
-Por mi abuelo.
-¿Tu abuelo? Entonces venías aquí con él, y por lo que dices, venías seguido.
-Te vas a reír de mi Lennon.
-Evangeline- sujetó mi brazo y recargó su cabeza en mi hombro.- No lo haré.
-John, si lo haces jamás vuelvo a hablarte.
-Hazlo, de igual manera hay muchas cosas que podemos hacer sin hablar.- dijo mientras ponía una mano en mi pierna.
-Idiota- dije riendo, mientras golpeé su hombro.
-Está bien, ¿vas a decirme o no?
-Sí.- tomé aire y miré hacia el cielo, el cual ahora era de un color gris.- Verás, mi abuelo, él siempre era tan emotivo, no le daba miedo decir y demostrar lo que sentía, siempre podía saber cómo se sentía con tan solo verlo. La tercera vez que me trajo aquí él me dijo algo…- tuve que detenerme.
-¿Qué te dijo?- me preguntó, pasando saliva, quizás hasta pensando que estaba bromeando.
-No, te parecerá aburrido.
-Ya me contaste la primera parte, anda.
 -Está bien. Me contó de su media hermana, quien se lanzó de ese puente y cuando me contó fue tan extraño porque yo… bueno, él…
-Él… continúa.
-Jamás pude leer su expresión y era como si fuera otra persona quien me estaba hablando ¿sabes?
            Ahora John se veía interesado, estaba dejando que el cigarro se consumiera entre sus dedos. Cuando vio que me detuve asintió, indicándome que continuara.
-Y cuando lo vi, me preguntaba porque yo no podía ser así.
-¿Qué quieres decir con “así”?- preguntó.
-Tu sabes, encender y apagar mis emociones a voluntad propia. Siempre ha sido mi problema, y cuando vi que hasta incluso él podía hacerlo fue cuando comencé a decidirme de que ese era el camino por recorrer y siempre que vengo aquí, me recuerda a lo que debo ser y me recuerda porque.
            John no dijo nada, trató de darle una calada a su cigarro pero este se había consumido. Lo tiró al suelo y sacó otro, lo encendió y comenzó a fumar.
-Sabía que pensarías que es estúpido.
-No he dicho que es estúpido- murmuró.- Dame un minuto.
            Crucé los brazos para bloquear el frío mientras John seguía fumando. No sabía porque le había platicado eso, tenía que recordar que a John no se le contaban estas cosas.
-Lo que me estás diciendo, ¿es que no quieres tener sentimientos?
-Solo estoy diciendo, que complicaría menos las cosas.
-No Evangeline. No quieres ser una persona jodida, déjame decirte eso; lo fuiste, y seguramente no quieres volver a lo mismo. Además, si no tuvieras sentimientos, ¿qué sería de nosotros?
-¿De nosotros John? Te recuerdo que tú tampoco los tienes.
            Ahora se veía herido. Tomó una de mis manos.
-Solo porque no los demuestro no quiere decir que no los tengo Evie. Y eso es aún peor, no poder demostrarlos, no poder sentirlos, y tú serías incapaz de algo así.
-¿Qué te hace decir eso?
-El simple hecho de que te tomaste la molestia de ser mi guía personal todo este día, a pesar de que está lloviendo, a pesar de que quizás tenías planes con Siegfried; el que sigas conmigo quiere decir que… te importo y siempre vas a querer demostrarlo. 
-Creo que no me has entendido- murmuré.
-Te entendí perfecto.- refutó.- Y tienes que prometerme que jamás harás algo así.
-John…- volteé los ojos.
-Lo digo en serio Evangeline, porque si comienzas con eso, considera esto terminado.
-¿Qué estás diciendo?- mi corazón comenzó a latir agitadamente.
-No quiero salir con una persona así, no quiero salir con la antigua Evangeline, quiero salir con solo Evangeline, así como eres ahora.
            Me miro con expectativa, pero yo estaba sin palabras, jamás lo había escuchado hablar así y me sentía halagada, pero un poco incomoda por la falta de costumbre.
-Mira, ahora he sido yo el que quedé como estúpido- dijo frustrado.- Olvida que dije eso, haz lo que quieras. - se paró de la banca y comenzó a caminar.- Vamos a encontrarnos con Jurgen. ¿Vienes o no?
            Permanecí sentada en la banca. ¿Qué había querido decir John con todo eso? ¿Había sido en serio?
-Te vas a quedar ahí si no vienes.- me dijo por último, comenzando a caminar de nuevo.
-Yo no soy la que me voy a perder.- le recordé. Sin mí no tenía idea de a dónde iba.
            Se rio y esperó a que lo alcanzara, cuando lo hice puse mis brazos alrededor de él y lo besé.
-Te amo John Lennon- susurré.
            Lo sentí detenerse por completo y abrí los ojos, su expresión era casi de horror.
-Tú no quieres decir eso- me dijo.
-Lo digo en serio John.

-Retráctate Evangeline.




queridas seguidoras muchas gracias por esperar tanto tiempo esta cosa, he estado trabajando duro en este capitulo para que valga un poco la pena. espero y alguien todavía lo lea, muchas gracias por ser tan pacientes.  

8 comments:

  1. ¡Ay Wey! ¿Cómo que Lennon no quiere que Bess lo ame? :/

    Rayos, que capitulo tan más sabroso y bueno. :3

    Espero sigas publicando aquí guapa. :)

    Un beso. **/

    ReplyDelete
  2. Siempre me dejas aturdida con estos fics ><
    Demonios, odio a John, luego lo amo, luego hace que llore y luego lo vuelvo a odiar =_= xD!
    Por favor, sigue subiendo, sabes que tus fics son lo máximo... así que sube! xD!
    <3

    ReplyDelete
  3. PERO SÍ CLARO QUE POR SUPUESTO.

    ¡Joder Debbie! Ahora me dejaste con ganas de otro capítulo, vaya... Trataré de ser paciente si es que no subes pronto, pero no soy buena en ese valor, pf.

    ¡Cómo sea! John Winston Lennon Stanley, está enamorado... MUY ENAMORADO, aunque no lo demuestre... Tan enamorado que le pide a Ev que sea como ella es realmente, uyyy.

    En fin, cuídate mucho.
    Sube pronto <3

    ReplyDelete
  4. Como siempre, me encantó :33
    Que valor el de Evie para contarle esas cosas a John pero lo importante es que los dos se quieren.
    Me dejaste súper intrigada, sube pronto. Saludos y cuídate ((:

    ReplyDelete
  5. Wow, sin palabras.

    A veces siento que Evie y John son tan iguales, luego siento que son totalmente diferentes. Los dos se necesitan mutuamente de eso estoy segura.

    En fin, sube pronto y cuídate mucho. Saludos. :) :)

    ReplyDelete
  6. Awww me siento una VIP por leerlo de antes y oh God, es más bello que antes :')
    Sorry por no comentar antes, timeless u know
    AME EL FINAL.
    Aunque también me intrigó bastante jajaja
    Espero el siguiente, my lady!!

    ReplyDelete
    Replies
    1. Christ, me acabo de dar cuenta que dije 'antes' tres veces en un mismo párrafo, alguien máteme por ser tan poco elocuente!! Nevermind, I loved it and that's all that matters!

      Delete
  7. primero que nada perdón por comentar hasta ahora.
    WOW esto es espectacular me siento tan pero tan FELIZ por haberlo leído antes que este lo ley unas 10 veces, es espectacular amo esto, amo como empieza amo como acaba, amo cada palabra, cada pensamiento, you know
    "-Yo no soy la que me voy a perder.- le recordé. Sin mí no tenía idea de a dónde iba." ame esto y luego lo uni con esto"Retráctate Evangeline." y reí mucho, me encanto.
    Espero el siguiente.

    ReplyDelete