Tuesday 29 October 2013

Capitulo 58

-Evie querida, Mimi quiere que vaya, ¿quieres ir?
-¿Por qué querría ir?
Permanecí acostada mientras cerré mi diario.
-Pensé que querrías salir.
-¿Y qué a alguien le de un infarto al verme?
Se mordió el labio.
-Tardo menos de una hora.
Me besó con cuidado y salió corriendo. Me paré y fui a la cocina, evitando espejos. Habían pasado ya dos días pero aún me sentía como mierda.
Me senté ahí a comer Corn Flakes, que era el desayuno, almuerzo, y cena ahí.
Pasó una hora exactamente cuando John volvió corriendo de nuevo pero esta vez con Paul.
-Oh no, joder Bess, ¿qué te pasó? ¿estás bien?- preguntó Macca, mordiéndose el labio.
-Estoy bien Paul- noté la mirada que le lanzó a John y reí.-Nada de eso, ese día que me vine del Blue Angel unos Teds me detuvieron.
-¿Cuándo?
-Cuando fuimos al Blue Angel, hace dos días.
-Pero George te trajo.
-Y estúpidamente me salí a buscar a John.
-En fin.-interrumpió John.-¿Quieres saber lo que dijo Mimi?
-No.
-Es estupendo, vamos; mi tío murió.
-No veo cómo eso es bueno, Lennon.
-Me dejó dinero, ¿puedes creerlo? apenas y lo conocía y me dejó bastante dinero.
-¿Qué? ¿Y qué harás con el?
-Qué haremos con el- me corrigió, alegre.-Nos vamos mañana.
-¿Quienes?
-Tu, yo, y Paul.
-¿Qué?- dijo Paul.-¿Por lo menos puedo saber a dónde voy?
-A París, claro.
Me sonrió ampliamente y ahí lo supe, era su manera de disculparse conmigo, y de paso “castigar” a George (ya que lo culpaba por lo sucedido) se llevaría a Paul, pero no a George.
-¿Puedo ver a Jurgen?- pregunté con cierto temor.
-Por supuesto, ¿dónde diablos crees que vamos a quedarnos?
Bajé mi cabeza y sonreí, iba a ver a Jurgen y eso quería decir que vería a Siegfried, iba a ver a Engelbert y eso me reconfortaba inmensamente.

-¿Tienes tu pasaporte?
-Sí.
-¿Sabes a dónde ir?
-John, he visitado París miles de veces.
-Excelente.
Se paseaba nerviosamente por la estación de tren; re acomode mi peinado y aplique más maquillaje a mi rostro, a pesar de que ya me había puesto kilos se veía horrible mi rostro.
-Te ves magnífica.
Elevé la vista y sonreí.
-Gracias.
-Te ves excelente.
Me abrazó y besó.
-Te amo Ev, ¿sabes eso? te amo.
-Igual yo John.
Acaricié su cabello y tocó mi mejilla.
-Lo siento.-murmuró- Yo no quise hacerlo.
-Olvídalo ya, mira ahí está Paul.
Éste llegó con su equipaje y sonrió.
-Hola, ¿nos vamos o qué?
Todo el camino a la estación de Londres, John se la pasó conversando con Paul y yo me dormí, estaba agotada y llevaba literalmente semanas sin dormir bien, desperté para cambiar de tren y saqué algo de leer, cuando me cansé de eso miré por la ventana.
-Iré al baño.-anunció John-¿Necesitas algo Florence?
-¿Del baño? No creo.
-No del baño.
-Estoy bien.
Me quedé con Paul y regresé mi vista a la ventana, dónde la lluvia comenzaba a caer.
-Siento lo que te pasó.-pasó saliva y señaló mi rostro.
-No pasó nada, sólo fue un susto.
-¿Crees que Siegfried te crea eso?
-Siegfried está paranoico, y debería, porque es la verdad.
-Todos sabrán que John lo hizo.
-¿Cómo sabes?
-Por sus nudillos de él, y si no me equivoco, te rompió la nariz.
-Lo sé.- susurré-Cállate ya.
John regresó y los dejé continuar con su conversación; a pesar de que intentaron incluirme me rehusé, sólo quería llegar ya y ver un lugar familiar.
En cuanto llegamos a la estación de París bajamos del tren corriendo, tenía ganas de besar el suelo.
-¿Y ahora Ev? ¿taxi?- preguntó Paul.
-¿Bromeas? Te costará una fortuna. Un autobús.
Los dirigí a esperarlo, era reconfortante escuchar a todos hablando francés; ignoré a ambos en camino al lugar de Jurgen.
-Si mi memoria no falla, bajamos aquí- dije casi después de una hora.
Sí, debía ser ahí, uno de los lugares más bohemios de París, lleno de estudiantes, intelectuales, pseudo intelectuales y artistas, todos muriéndose de hambre.

NARRACIÓN NORMAL
Al subir los últimos escalones se abrió la puerta de uno de los departamentos.
-¡Evie! Oh... te ves... horrible.
-Vaya, gracias.
-No fue un cumplido corazón, realmente estás horrible, ¿y qué le hiciste a tu cabello?
-¿Tres chic o tres fou?- le pregunté sarcásticamente.-Cállate Siegfried, no te vas tan fantástico que como crees.
Éste tomó a su amiga por la cintura e ignoro completamente a John y Paul, molestando al primero. Pero John sabía muy bien que debía soportarlo por el bien de Evangeline.
-John.-dijo el alemán.-Lleva las maletas de Ev.
Cuando finalmente lograron entrar al departamento, Florence estaba ya sentada platicando con Jurgen, quien al verlos los saludó efusivamente.
-¿Están cansados?
-Un poco- dijo Paul mientras John examinaba el lugar.

NARRA EVANGELINE
Todo el tiempo que había estado ahí sentía los ojos verdes de Siegfried sobre mí. Aún estaba cansada y me moría por hablar con él.
-Estás cansada.- declaró- Te enseñaré dónde te quedas.
-Si no te molesta.-habló John- Quiero quedarme con ella.
-Claro pero no creo que te irás a dormir ahora mismo, ¿o sí?
-Eh, no.
-Eso pensé; ven conmigo cariño.
Llegamos a la habitación y me dejé caer sobre la cama que me señaló, el cuarto en si era pequeño, pero él lo hacía funcionar. Se recostó a mi lado y apartó mi cabello de mi rostro.
-Evie, ¿qué te pasó?
-¿Quieres la versión oficial? Me asaltaron unos Teds.
-¿Pero qué te pasó?
-John y yo tuvimos una discusión.
-Oh.
-Sí.
Se sentó sobre la cama, lleno de horror y rabia.
-¿Y por qué lo trajiste aquí? Espero que para asesinarlo, nos podemos quedar con su dinero e irnos a Amsterdam.
-Eres dramático, él me trajo a mí, es su manera de decir “lo siento”.
-¿”Lo siento”? No me hagas reír Evangeline.
-Olvídalo Sieg, quiero dormir.
Me di la vuelta y fingí dormir hasta que se fue, un rato después realmente sí me dormí.
Cuando desperté el departamento estaba solo, fui a la otra habitación donde los chicos habían estado platicando pero no había nadie. Sin embargo, estaba una nota pegada a la pared que leía:
“Ev, salimos a un lugar pero no tardaremos, no te muevas.
-Paul
P.D: Te moviste, ¿cierto?”
Sonreí y encendí la radio, me hice una taza de café pero aún tenía hambre y no había absolutamente nada para hacer de comer, tenía sólo un poco de dinero de Englebert pero no estaba bien gastarlo.
La puerta se abrió y entró éste con algunas bolsas.
-Comida- dijo.
-¿Fuiste con ellos?
-Cielos, no. No me malinterpretes, Jurgen es muy amable y eso pero los lugares en los que se mete...- sacudió la cabeza.
-Suenas como un abuelo.
Volteo los ojos y me pasó un recipiente con comida.
-Entonces- dije.-Amsterdam, ¿es buena inversión?
-Sí, no tienes idea. Ev, escucha...
-No.
Resopló y me miró mal.-¿Quieres salir a algún lugar?
-Claro, ¿a dónde?
-No lo sé, ellos no regresaran en un rato. Hay tanto que quiero ver contigo, es París, todo es tan elegante y sofisticado.
-Como nosotros- dije sonriendo.
-Espero que por “nosotros” no te refieras a esa bestia que llamas novio.
Me reí.-¿Desde cuando lo odias?
-Desde siempre.
A las seis de la tarde estaba sentada frente al espejo sacándome los tubos del cabello en mi intento de verme semi presentable y terminé de aplicar mi maquillaje correctamente.
-Ugh, te ves mejor que yo- dijo Sieg desde la puerta.
Era mentira, el idiota se veía magnífico, con su cabello café claro y ojos imposiblemente verdes que contrastaban con su tez blanca; todo esto puesto en un elegante traje negro.
Yo usaba mi mejor vestido, color turquesa con detalles negros, zapatos de tacón (naturalmente) y me había esforzado más de lo normal en mi cabello.
Salimos del departamento, atrayendo algunas miradas, por el solo hecho de que no se acostumbraba vestirse así en esa área.
-¿Autobús?- pregunté.
Me miró asqueado.-Buena broma.
Tomamos un taxi y fuimos al Arrondissement de Passy una de las zonas más elegantes de París, elegante y caro.
-Vamos Sieg, realmente no podemos pedir algo, mira el precio por una maldita copa de vino.
-Cállate, es lo menos que puedo hacer por ti.
-Pero tu dinero...
-No es mio, es de mi padre, y lo menos que el bastardo puede hacer es pagarnos una noche agradable.
Elegí no decir más, no se podía argumentar con él y su odio hacia su padre.
Regresamos al departamento, muy adelantada ya la madrugada; no estábamos ebrios, no cayéndonos, pero sí lo suficiente pasados para que fuera agradable.
John ya estaba ahí, dormido; me quité la ropa y me desmaquillé, y después, demasiado cansada, me metí a la cama con él y me dormí.
Desperté en la mañana, con John tocándome, y como no había nadie más en el cuarto, se lo permití y lo hicimos; no lo hacíamos desde aquel incidente y esta vez fue muy dulce y tierno.
Salimos para encontrar que Jurgen había salido a fotografiar y había llevado a Paul con él.
Siegfried estaba sentado en una mesa, leyendo Vogue y tomando café, se veía salido de esa revista.
-Mírate Siegfried, eres como una mujer- dijo John.
-Gracias John, eso es un cumplido.- respondió él, sin voltear de su revista.
-¿Como dices?- John preguntó, buscando su cajetilla de cigarros.
-Las mujeres son increíbles, no puedo creer que sean sinónimo de insulto.
John entrecerró los ojos y sonreí.
-¿Qué haces Sieg?- le pregunté.
-Nada corazón.
Me acerqué a él para ver que había re diseñado toda la portada de la revista sobre una servilleta.
-¿Cómo hiciste eso?
-Sólo lo hice.
-Es increíble.
Y lo era, pero muy en el fondo lo resentía, él era talentoso también; todos ellos lo eran, excepto yo, no sabía porqué me permitían estar cerca de ellos .
-¿A dónde quieres ir hoy?- preguntó John, interrumpiendo, puso una mano sobre mi hombro.
-No sé, ¿tú quieres ver algo?
-¿Qué te gusta ver a ti?
-Me gustan los Jardines de Versalles.
-Haremos eso, no he visto la Torre Eiffel, ¿podemos verla?
-Obviamente, debes verla.
-Vístete y vamos, podemos comer afuera.
Hice como me pidió, y lo hice rápido, porque no quería molestarlo.
-Ven con nosotros Sieg- le dije a mi amigo.
-No gracias.
-No puedes quedarte aquí todo el día.
-Sí puedo.
-Ven con nosotros.
-No quiero molestar.
-No lo haces, anda por favor, ven conmigo.
-Iré por mi abrigo.

NARRACIÓN JOHN
La idea de venir a París había sido para que Evangeline olvidara lo sucedido y pasara tiempo conmigo; lo que no había previsto era Siegfried Englebert, en el plan no estaba ese bastardo marica que parecía su sombra.
Caminaban algunos pasos enfrente mío, sumergidos en su conversación de estupideces que solo ellos entendían.
-¡Evangeline!- le gritó una chica rubia, y de ojos azules.
-¡Aliénor!- le respondió ella con entusiasmo.
Ignorando a ambos, comenzó a hablar con la chica en un francés fluido y rápido que no tenía ni esperanzas de entender.
Siegfried perdió interés rápidamente y encendió un cigarrillo.
-Heil Hitler- le dije al acercarme.
-Sabes John- sus ojos verdes eran inexpresivos.- No solo porque soy alemán apoyo a Hitler.
-Lo sé- le dije, adoptando la misma mirada inexpresiva que él.- Fue una broma.
-De dónde yo vengo, las bromas son graciosas.
-Pues de dónde tú vienes...- me detuve en media frase, no estaba bien pelear con él ahora, y menos con Evangeline cerca.
No me contestó, sólo exhaló humo y se recargó en una pared.
-Oye- le dije seriamente, en voz baja- Quería decirte algo.
-Dime.
-Realmente vine aquí con Ev porque...
-Porque la golpeaste, está molesta contigo, es natural, quieres que te perdone, que lo olvide, quieres pasar tiempo con ella para hacerla recordar que eres inteligente, romántico y encantador; pero quieres que me vaya, ¿no es así?
Me sorprendió lo franco que era, pero tenía razón, eran verdades que no quería decir yo en voz alta.
-Con mucho gusto lo haré- agregó.- No hay algo que deseé más, no puedo tolerar verte.
-¿Qué pasa contigo?- pregunté, apretando los puños.
Apagó su cigarro.-¿Respecto a qué?
-Puedes empezar explicando qué te traes con Evangeline.
-Es mi amiga.
-No, nada de esa mierda, ¿te gusta o no?
-Es mi mejor amiga, la quiero, no estoy trágicamente enamorado de ella.
-No soy estúpido, sé que te pasa algo con ella.  
-Disculpa, pareces serlo, no me has entendido bien, te explicaré: es mi mejor amiga, mejor dicho, mi única amiga, yo soy su único amigo, gracias a ti no tiene. Ella merece mejor que tu, por lo visto, pienso que merece todo lo que la vida le puede ofrecer, es bonita, es fabulosa, es inteligente; haría lo que fuera por ella, porque es mi amiga...
-Joder Siegfried, es solo una chica.
Su fachada de in expresividad se tornó agresiva, su mirada se endureció y por un momento pensé que iba a matarme ahí mismo.
-”Sólo una chica...” merece mejor que tú- murmuró.- Buen día John.
-No joder, no te puedes ir ahora, pensará que te corrí.
Pero el cabrón siguió caminando.
-John- Evangeline se acercó a mi.-¿Pero qué le has dicho?






Hello hello queridas seguidoras, o bueno, la poca gente que lee esto, he decidido regresar por razones que me guardaré, el punto es que estoy aquí, intentando escribir esto, estoy decidida a terminarlo, juro que no me daré por vencida, gracias a aquellas que me dieron ánimos (María my friend te estoy viendo a ti) y en estas "vacaciones" que me tomé se me ocurrió otra historia (si les interesa comenten y así podré subir el primer capitulo) espero y sea de su agrado al igual que este capitulo, como siempre, gracias por leer.

Wednesday 2 October 2013

Leer porfavor

Hola queridas seguidores, probablemente estén completamente enfadadas de estos "avisos" que hago y a decir verdad, yo también lo estoy; sé que siempre estoy hablando sobre cerrar la fic y el blog y dejar esto y seguramente piensen que lo hago para llamar la atención o para que me halaguen y me rueguen para que no lo cierre, pero ese no es el caso.
He estado escuchando (mas bien leyendo) ciertas cosas que dicen sobre mi, no quiero decir nombres, no quiero perjudicar a nadie, simplemente quiero decirle a esa persona, que está bien, tú ganas, no puedo ya con esto, no tengo ni el tiempo ni la energía para estar en estas discusiones que son como de primaria.
Comencé esta fic para divertirme, digo, me gustan los Beatles, escribir es bueno para mi y no esto de las fics no se debe de tomar en serio, es para divertirse, no es una puta competencia, no es a ver quien hace la mejor fic y quien tiene mas seguidores digo, ¿están viendo? es FANFICTION se supone que es divertido y es tan patético ver todo lo que están haciendo solo por esto (de nuevo reitero, no dire nombres).
Esta es la última vez que publicare un "aviso" lo juro, porque ya es la última jodida puta actualización que haré, estoy tan harta ya, no puedo seguir con esto, si lo que escribo es tan "poco original" pueden irse a leer otra cosa.
Sé que hay algunas de ustedes que realmente sí me apoyaron con esto y siempre comentan y me dan crítica CONSTRUCTIVA y a esa gente, como María y Mónica y Salma y también hubo algunas de ustedes que estuvieron al principio y ahora ya no lo están y no sé porque pero me doy una idea e igual quiero agradecerles cuando estuvieron ahí y lamento no ayudarles con sus fics.
Estoy muy ofendida y disgustada en estos momentos, ya no quiero hacer esto pero quiero agradecerles por leer, tengo bastantes capítulos que escribí, pensaba hacer de esto una novela muy larga pero como pueden adivinar ya no lo haré, si alguna de ustedes REALMENTE quiere leer y no solo lo hace por JODER puede contactarme en Facebook : https://www.facebook.com/debbie.s.mclennon y con mucho gusto les paso el resto de los capítulos.
Eso es todo, gracias por leer esta mierda.